Si alguna vez has estado totalmente concentrado y absorto en algo, es posible que hayas experimentado lo que Mihaly Csikszentmihalyi y otros psicólogos denominan fluir. El profesor Csikszentmihalyi definió el estado de flujo en los años 70. Se describe como un estado de felicidad en el que las personas están tan inmersas en una actividad desafiante pero realizable que pierden el sentido del yo. Alcanzar el estado de fluidez puede ayudar a las personas a sentir mayor alegría y energía y a aumentar su bienestar, creatividad y productividad. Pero, ¿cómo podemos cultivar el fluir? Averigüémoslo.
¿Qué es el fluir?
Un estado de fluidez es la presencia de la mente, la conciencia y la atención plena. Esencialmente, es un estado mental en el que una persona está tan involucrada en una tarea que nada más parece ser importante. Fluir es cuando crees que sólo llevas 20 minutos corriendo y te das cuenta de que ha pasado una hora. Cuando estás tan concentrado en tratar de resolver un problema en el trabajo, que ni siquiera te das cuenta de que tu turno ha terminado. El fluir es cuando decides leer sólo un capítulo de un libro, pero pierdes la noción del tiempo y acabas leyendo la mitad. Según Csikszentmihalyi, es el secreto mejor guardado para encontrar la alegría, la plenitud y la felicidad en la vida y en todos los objetivos que te propongas. Como él mismo explica: “Todo lo que la gente experimenta, ya sea interés o aburrimiento, alegría o dolor, se representa en su mente como información. Si podemos controlar esta información, podemos decidir cómo puede ser nuestra vida”.
¿Por qué es tan importante el estado de fluir?
Cuando Csikszentmihalyi empezó a investigar, no sólo descubrió cómo fomentar una atmósfera que indujera al flujo para aumentar la productividad. También descubrió una epidemia de infelicidad entre las personas y se convirtió en uno de los padres fundadores de la Psicología Positiva. Según él, no basta con trabajar las horas y fichar a las 5 de la tarde, irse a casa y no hacer nada en particular. Cuando esto ocurre, la gente tiende a sentir que su vida no tiene sentido. Como explica Csikszentmihalyi, está perfectamente bien ser bueno en el trabajo, pero las otras 128 horas de la semana laboral también tienen que estar llenas de significado y propósito si se quiere llevar una vida feliz. Para Csikszentmihalyi, el mayor problema radica en prestar atención. Si no podemos prestar atención a todos nuestros sentidos, si no podemos estar presentes en cada momento que vivimos, no somos conscientes y no estamos experimentando.
“La atención es como la energía en el sentido de que sin ella no se puede hacer ningún trabajo, y al hacer el trabajo se disipa. Nos creamos a nosotros mismos por la forma en que invertimos esta energía. Los recuerdos, los pensamientos y los sentimientos son moldeados por la forma en que la utilizamos. Y es una energía bajo nuestro control, para hacer lo que queramos; de ahí que la atención sea nuestra herramienta más importante en la tarea de mejorar la calidad de la experiencia”.
El fluir nos ayuda a estar presentes, haciendo que cada momento sea agradable. Fomenta nuestra autoestima y la confianza en nosotros mismos, lo que nos permite desarrollar habilidades que pueden contribuir a la sociedad. Cuando prestamos atención, tomamos conciencia de cada momento de nuestra vida, vemos nuestros objetivos, nuestro progreso y sabemos que podemos cambiar para mejorar la vida y las experiencias de quienes nos rodean.
¿Cuáles son los factores del fluir?
Según Csikszentmihalyi, hay diez factores que definen el estado de fluidez. Aunque la mayoría de estas características pueden estar presentes, no es necesario que se den todas para que se produzca el estado de flujo:
- La tarea es intrínsecamente gratificante;
- Tienes objetivos claros que, aunque sean un reto, son alcanzables;
- Se tiene una concentración total en la tarea en sí;
- Puedes experimentar sentimientos de control personal sobre la situación y el resultado;
- Se experimenta serenidad y pérdida de autoconciencia;
- Hay una retroalimentación inmediata;
- Sabe que la tarea es factible y que existe un delicado equilibrio entre su nivel de habilidad y el reto que se le presenta;
- Experimentas una falta de conciencia de tus necesidades físicas;
- Tienes una concentración intensa y una atención focalizada; y
- Experimentas una sensación de intemporalidad o de distorsión del tiempo en la que estás tan inmerso en el presente que pierdes la noción del paso del tiempo.
¿Cómo podemos entrar en el estado del fluir?
Esto es lo que puedes hacer para aumentar tus posibilidades de alcanzar un estado de fluidez:
1. Establece objetivos claros. Como explica Csikszentmihalyi, es probable que el flujo se produzca cuando una persona se enfrenta a una actividad con objetivos claros que requieren respuestas específicas. Una partida de ajedrez es un excelente ejemplo de cuándo puede producirse un estado de flujo. El ajedrecista tiene objetivos y acciones concretas para la duración de la partida, centrándose únicamente en el juego.
2. Eliminar las distracciones. Es imposible experimentar un estado de flujo si hay cosas en tu entorno que compiten por tu atención. Intenta reducir las causas de distracción (apaga el teléfono, utiliza auriculares con cancelación de ruido) para poder concentrarte por completo en la actividad que estás realizando.
3. Añade un reto a tu actividad. Como explica Csikszentmihalyi, el estado de flujo se produce cuando nuestras habilidades están totalmente implicadas en la superación de un reto que es casi manejable, por lo que actúa como un imán para aprender o perfeccionar habilidades y aumentar los retos. Si un reto es demasiado bajo, una persona puede volver a fluir ampliándolo. Si un reto es demasiado grande, una persona puede volver a fluir aprendiendo nuevas habilidades.
4. Elige una actividad que te guste hacer. Es poco probable que alcances un estado de flujo si estás haciendo algo que no te gusta. Sin embargo, si te centras en hacer algo que te gusta, alcanzar un estado de flujo es prácticamente inevitable.
Alcanzar un estado de flujo puede ser una forma ideal de hacer que tus actividades sean más agradables y atractivas. Las personas no sólo rinden más cuando fluyen, sino que también son capaces de mejorar sus habilidades en el área elegida. También es importante mencionar una cosa: a medida que tus niveles de habilidad aumentan, tendrás que seguir ajustando los niveles de desafío necesarios para iniciar el flujo. La belleza de todo esto es el continuo desarrollo positivo de tu cuerpo, mente y alma.
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